4 novillos de los recortes fueron los utilizados en dos encierros.
Encierro nocturno
Tras el concurso de recortes, con una plaza hasta los topes, se cerraron las calles del encierro para la primera suelta de astados por las calles de Riaza.
En encierro no comenzó hasta pasadas ya las 9:30 de la noche, mucha de esta culpa la tuvo el último novillo utilizado en los recortes, que no quiso entrar en los corrales y tuvieron que utilizar la soga para meterlo, retrasando todos los horarios previstos.
Salieron de los corrales 3 novillos y 3 cabestros. Sin peligro y a ritmo suave bajararon por la zona del Hospital, Bar
Hontanares
y Boutique del Ocio. Al pasar comenzar la cuesta de la Gran Vía, varios corredores incitaron a los novillos, dándose uno de ellos la vuelta y poniendo en serio peligro a los corredores que venian detrás. Uno de los que peor lo pasó fue Anselmo, que no pudo meterse bien entre las talanqueras y pudo tener una embestida importante.
Mientras los cabestros y dos novillos llegaban a la plaza el toro rezagado seguia poniendo a la gente en situaciones de peligro, Belloto, escondido tras las columnas del callejón de Los Robles tuvo mucha suerte al no ser bien visto y no hiciera por el.
El novillo despistado no llegaba a la plaza y tuvieron que soltar de nuevo los mansos que hicieron el encierro en sentido inverso, recogiendo al novillo descarriado. Una vez llegaron a los corrales, volvieron a bajar y entraron sin problemas esta vez en la Plaza.
El segundo encierro se realizó solo con un novillo siendo rápido y sin problemas destacables.
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